SI TE HA GUSTADO: COMPARTE

miércoles, 20 de enero de 2016

¿MI SOMBRA?



Un día me levanté y sentí que algo parecido a una sombra me perseguía. . No supe ver con mirada amplia lo que ocurría. Seguí haciendo la maleta de forma automática para realizar un viaje de negocios como solía hacer una vez a la semana, mientras hablaba por teléfono con una cuidadora  para que se hiciera cargo de mi hijo en mi ausencia, y respondía un par de wassap  al grupo de madres del colegio de mi hijo.
La sombra seguía insinuando su presencia sin atreverse a manifestarse. Sentí de pronto un abismo entre lo que soy y lo que tenía  delante. 

Me paré un momento y decidí observarla, pero no la reconocí. 

Mi sombra era completamente diferente a como yo me imaginaba. Por un momento pensé que se trataba de la sombra de otra persona, así que no reparé en ella, no hice el más mínimo caso.

De pronto me di la vuelta y noté como esa sombra me perseguía, entonces comencé a tenerla un poco en cuenta, pero aún no descubrí la realidad. Me agaché y ella se agachó, me incliné hacia la derecha y ella también, hacia la izquierda, ella se movía en la misma dirección. 

Ocurrió lo que tenía que ocurrir, que descubrí que esa era mi sombra. Esto me hizo reflexionar durante un largo rato. Si no reconocía mi sombra, si no me identificaba con ella, quizá es porque había dejado de mirarme a mí misma y en realidad era a mí a quien no conocía. Me había perdido, estaba perdida en la inmensidad de mi existencia. Había desconectado totalmente de la esencia verdadera de mi ser. 

Cuando logré salir de ese estupor en el que mi sombra me había metido, reflexioné durante un gran rato y observé lo que estaba ocurriendo: Llevaba demasiado tiempo mirando hacia fuera, a las cosas materiales de la vida, el trabajo, el coche, la casa, los niños, mi pareja, mis padres, hermanos, comprar, los amigos, las tareas domésticas….y de pronto me invadió un gran vacío interior que me hizo preguntarme cosas básicas que en el día a día de mis obligaciones diarias había olvidado pensar:  

¿y quien soy yo? 

¿qué me gusta?, 

¿Cuáles son mis necesidades?, 

¿hacia donde quiero ir?, 

¿qué cosas no quiero que estén presentes en mi vida?

¿Con quien quiero pasar mi tiempo y con quién no?…..

En ese momento decidí parar, bajarme del círculo corrosivo en el que estaba metida y entrar de lleno en mi vida. 

Al cabo de algunos días, volví a mirar mi sombra, esta vez mucho más intensa que antes, más clara, más relajada y la reconocí, me pude ver en ella tal como soy. Eso me llenó de alegría y por fin aprendí a prestarle toda la atención que ella necesita. 



Este pequeño relato que se me ha ocurrido trata de explicar  la necesidad de prestarnos más atención a  nosotros mismos. Despojarnos de todo lo superfluo que rodea nuestra vida para centrarnos en lo esencial, que somos nosotros. 

Necesitamos conocernos un poco más, reparar en nuestras necesidades, dedicarnos algún que otro momento al día para pensar, basta con 15 o 20 minutos, pero pensando solamente en ti. 
¿Te parece una tarea sencilla? 

¿No tienes tiempo de hacer eso? 

Hoy vamos a hacer una prueba. ¡¡¡¡ INTENTEMOS AHORA!!!! 

Apaga la televisión o la radio, intenta ir a algún lugar caminando tu solo, desconecta tu móvil durante 15 minutos. Hoy empezaremos solo con estas sencillas tareas. Coger ese tiempo en 24 horas es muy sencillo, pero hay que desear hacerlo. 

Como todo aprendizaje, esto necesita un entrenamiento diario e incluso una estrategia para poder llevarlo a cabo con la mayor garantía de éxito. 






lunes, 11 de enero de 2016

EN-CLAVE DE AMOR


"NOSOTROS NO SOMOS MEDIAS NARANJAS
            SOMOS DOS NARANJAS RODANDO JUNTAS" 


Después de tantos días sin escribir debido al vaivén de viajes, visitas y familia al que nos sometemos en época navideña, me pongo con gran entusiasmo a retomar mi blog.

Hoy quiero escribir sobre la RELACIONES DE PAREJA y los laberintos que recorren las emociones en el entresijo de cada uno de nuestros corazones.

Hay gente que pasa mucho tiempo de su vida buscando una pareja con la que poder compartir su vida. Unas han podido encontrar aquella persona que llenará sus vidas, otras aún siguen buscando y otras por el contrario han preferido seguir sin pareja. 

Cuándo se busca una pareja, se parte de la premisa de que esta situación nos va a llenar de dicha y felicidad ¿Quién no ha soñado alguna vez con poner un amor en su vida?

Por lo general, el comienzo de las relaciones está lleno de entusiasmo y pasión.   Se crea una magia entre dos personas que ninguna emoción llega a ser tan intensa y voluminosa, porque nos llena todo nuestro ser con sus locas mariposas. 
Al principio de una relación tenemos presentes la alegría, pero también acompaña el miedo a defraudar a la otra persona, miedo a que no nos sigan en nuestras emociones, miedo a la pérdida y temor a que una emoción tan fuerte como la pasión se acaben. 

Cuándo por fin hemos conseguido poner un amor en nuestra vida, el siguiente paso es el COMPROMISO. Si amo a una persona, la quiero a mi lado, y eso supone cierto riesgo, y un acuerdo que debe ser aceptado por ambas partes. Hay tantos tipos de pactos para mantener una relación como personas , es decir, cuándo hablo de compromiso no me refiero únicamente al matrimonio, a la convivencia, o a las parejas de hecho. Cuándo hablo de compromiso me refiero a la decisión de dos personas de rodar juntas en una  misma dirección durante el tiempo que dure su amor. Hay parejas que no conviven en la misma casa, a veces ni siquiera en la misma ciudad y que llevan muchos años manteniendo viva la llama del amor con más armonía que muchas de las relaciones de convivencia que conozco. 

El objetivo del amor, no es otro que mantenerlo en el tiempo. Queremos la compañía de la otra persona para el resto de nuestra vida, tenemos miedo a envejecer sin nuestra pareja, miedo a que se acabe el amor, miedo a la soledad y a no saber adaptarnos a una realidad diferente a la que en su día elegimos. 

Pero en muchas parejas, el amor se marchita igual que las plantas cuando no se riegan y entonces deciden de forma muy inteligente separarse y romper el compromiso que en un principio se había establecido. Sé de mucha gente que se ha separado de una relación en la que ya no había amor, y no conozco a nadie que se haya arrepentido, es más, han renacido, se sienten con más entusiasmo ante la vida, aumentan sus ilusiones, y comienzan a conocerse mejor a sí mismos. ¿Os habéis dado cuenta que cuándo alguien se separa de una relación tediosa y falta de amor, se cuida más, se arregla más, la cara está más relajada y la sonrisa es más inmensa? 

Con esto último no pretendo decir que el desamor sea deseable y que sea un camino de rosas una separación, que no estallen todo tipo de emociones negativas en ese proceso (ira, tristeza, melancolía, miedo…), pero no olvidemos  que en la convivencia entre parejas cuándo se ha terminado el amor, también se viven este tipo de sentimientos. Al anclarnos en relaciones marchitas, no solo mantenemos esas emociones sino que estamos poniendo un muro delante que no deja pasar otras sensaciones más positivas y energizantes que nos hagan vibrar. Hay muchas razones por las que se mantienen relaciones de pareja sin amor, y una de ellas es el miedo a encontrarse con uno mismo, a descubrir las propias capacidades, los propios temores y las alegrías. 

Para mantener una relación de pareja, primero hay que saber estar con uno mismo, valorarte, conocerte, saber estar en soledad, aprender a defenderte y a manifestarte, expresarte, saber lo que quieres y expresarlo sin miedo. 
No podemos pretender que la otra persona nos salve de lo que nosotros no queremos afrontar, no se puede exigir a la otra persona que te de la felicidad que tu no eres capaz de darte. Por eso es tan importante que nos conozcamos bien, porque así podremos pedir de la forma más asertiva posible aquello que nos gustaría que nos dieran, pero sin exigencias, porque en nuestra soledad ya hemos aprendido a ser autosuficientes. 




CLAVES PARA MANTENER UNA RELACIÓN DE AMOR SANA 


1. Conocerse a uno mismo. Es vital encontrarse a uno mismo antes de establecer alguna relación. No puedo buscar a otra persona si antes no me he buscado a mi, porque no encontraré más que a alguien que haga de mi lo que esa persona quiera y yo nunca estaré satisfecho.

2. Trabaja tu autoestima. Las relaciones, como las plantas hay que regarlas, de la misma forma que hay que regarse a sí mimos. Una "palmadita" en la espalda sienta muy bien. Mimarse, cuidarse, hacer deporte, alimentarse bien el cuerpo y el alma son reglas importantes para mejorar la autoestima. Despréndete de tus ataduras, libera tus miedos. Si no puedes acéptalos y aprende a vivir con ellos. 

3. Mantén tu independencia. Muchas relaciones de pareja fracasan porque se terminan asfixiando. El exceso de control y dependencia emocional hacen que la otra persona se termine ahogando y también que disminuya tu autoestima al no sentirte tú mismo, al encontrarte siempre a merced de la otra persona. En estos casos la renuncia a vivir con autosuficiencia física y emocional ocasiona un deterioro importante en nuestra persona, nos hace sentirnos frágiles e inseguros. Perdemos en este camino muchas cosas por descubrir.

4. Dedica un día a la semana al amor. Quiero decir, que ese día sea solamente para hacer aquello que más le guste a tu pareja, regala ese tiempo que no has tenido durante la semana y obsequiala con aquello que tu sabes que más le gusta. Esto es como regar las plantas. Desprendete de prejuicios, miedos y quehaceres diarios para vivir plenamente ese día, ese momento.

5. Sorprende. Las sorpresas son buenas consejeras en las relaciones de pareja,   porque cuándo pasa el tiempo se necesitan estímulos nuevos y emergentes que nos hagan sentir emociones intensas. No es necesario gastar dinero si no se quiere para sorprender, para ello utilizaremos nuestra imaginación y disfrutaremos con ese nuevo regalo inesperado que vamos a ofrecer. 

6. Huir de la rutina. Vuestra creatividad aquí también jugará un papel esencial. Viajad a lugares diferentes al menos una vez al año, pasear por algún sitio al que nunca hayáis ido, disfrutad de aquella película diferente que no habéis visto, cocinad juntos alguna comida distinta y probad cosas nuevas.







viernes, 18 de diciembre de 2015

SABOREAR LA NAVIDAD

¡¡¡¡¡ Faltan solamente unos días para que llegue la Navidad !!!!!

¿Os gusta la Navidad? A mi me encanta


Desde muy pequeña siempre he deseado que llegue esta festividad, no solo porque venían los Reyes Magos, sino porque era el momento de reunión familiar, de cantar villancicos, decorar la casa y el árbol, de buscar musgo en el campo con los amigos para hacer el portal de Belén. Recuerdo la preparación de la cena de nochebuena, sacar la vajilla nueva, adornar la mesa… Pero lo que mejor recuerdo es el olor a hogar, el momento en el que llegaban los primos el año que tocaba en mi casa o el viaje hacia Sevilla el año que tocaba en la suya. Eso es lo que más me gustaba de la navidad, la reunión con toda la familia, y eso sigue siendo lo que más me ilusiona de estos días.

Con el paso de los años, la Navidad sigue siendo la fecha del año que más me entusiasma. Mi Navidad es muy bonita, la recibo cada año con la alegría e ilusión de una niña pequeña. En casa se siguen cantando villancicos con panderetas, zambombas, castañuelas y la botella de anís con la cuchara, sacamos la vajilla nueva, nos hacemos regalos, recitamos poemas, hacemos algún que otro teatro, y hablamos y reímos mucho, y os digo que somos muy poquitos los que ya quedamos en esta reunión, aunque ahora se van uniendo amigos a éste día.

Pero con la llegada del consumismo y de la vida rápida, en muchas familias, las cosas han cambiado bastante. Ya no se coge el musgo en el campo para el portal de belén, sino que se compra, no se cantan villancicos, sino que se conectan a spotify, no se habla en la cena, se envían y responden wassap, los niños no juegan ni corretean, porque están absortos con sus maquinitas o con los móviles de sus padres o madres.

En Navidad la familia se reúne, pero no siempre por afinidad, sino por compromiso. ¿conocéis a gente que le ocurre esto? Yo si, a muchos cuñados  o cuñadas que no se soportan y que ese día hablan de fútbol, de ropa o del tiempo, por decir algo, o cuñadas que se visten con sus mejores galas para competir con la otra.

En esta época navideña, las emociones se entremezclan, podemos sentirnos enfadados por compartir mesa con familia que no nos apetece, y vivirla con una gran tensión, o sentir una enorme soledad y tristeza por no tener a nadie con quien estar estos días.
La publicidad no deja de hablarnos de amor, familia, compartir, regalar, solidaridad, paz…y parece que si el día 24 de Diciembre no tienes esos componentes, eres la persona más desgraciada que pisa la tierra y empiezas a compadecerte de tu vida, de tu situación  ¿pero que pasa el resto del año? El resto del año no se nos bombardea con esta idea, por lo que ni tan siquiera hay sentimiento de soledad, y si lo hay se vive de otra forma.

Quiero decir con esto, que hay familias que se reúnen aún sin soportarse, respirando una tensión intensa en la mesa, por el solo echo de no estar solos ese día. Entonces, ¿como sobrevivimos a esta dicotomía? ¿Ceno con alguien que no soporto y que pase rápidito la noche, o me quedo en casa, viendo la televisión y hago como que no pasa nada, como que a mi todo esto me da igual?
En la mayoría de los casos, se elige No cenar en soledad…pero tampoco se disfruta la Navidad.

Os dejo un enlace de una canción de la ANTINAVIDAD, que me he reído mucho con ella y describe la parte de hipocresía que en muchos casos conlleva esta fiesta.

Por eso esta época en la que todo debe ser amor y felicidad, se debe gestionar muy bien a nivel emocional para no sucumbir a un estado de ansiedad o depresión. 

La Navidad es la festividad en las que más emociones se descargan: amor, odio, tensión y ansiedad, soledad y tristeza, alegría y felicidad...

Debemos aceptar que es una fecha para compartir con amigos y familia, pero solamente si así me apetece, no estamos obligados a ello. Debemos dejar actuar nuestra libertad para tomar la decisión de como quiero pasar estos días y con quién. 

La familia y los amigos son muy importante en la vida de las personas, pero no hay que atarse a ellos a toda costa. Conozco a gente que no soporta pasar la Navidad en familia, y entonces sigilosamente se quita de en medio haciendo aquello que más le gusta hacer en la vida que es viajar.

Otros han decidido pasar la Navidad con amigos, con los que se sienten más unidos que con la familia. 

Hay algún amigo que decide libremente quedarse solo, y no celebrar la Navidad. 

Todas estas decisiones, hacen menos daño que compartir cena con alguien que no soportas, solo porque es Navidad. 

Lo ideal es decidir libremente, sin ataduras y haciendo aquello que se desea, y no dejarse llevar por lo que la sociedad o cultura en la que estamos inmersos nos obliga a hacer.

Hay que prestar atención también a como sentimos la navidad cada uno de nosotros, escuchar nuestra vocecita interior y permitir que se exprese con sinceridad, solo de esta forma seremos libres en la decisión que se tome. 

NAVIDAD Y NUEVOS PROPÓSITOS.

¿Y que hacemos con el refrán que nos dice que "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy"?

La Navidad también se propone como un punto y aparte en nuestra vida. Nos volvemos a engañar a nosotros mismos con nuevos propósitos de enmienda y cambio. Nos decimos- "después de navidad me pongo a dieta, me apunto al gimnasio, empiezo a estudiar, retomo el contacto con aquellas amigas o amigos que no veo desde hace tiempo". 

¿Cuál es tu nuevo propósito después de navidad?

Yo te propongo que empieces ahora mismo, no esperes a que acabe la Navidad, esto te dará autoestima y te hará fuerte, ya sabes, intenta hacerlo aquí y ahora. 

A mi siempre me ha gustado hacer una lista con los nuevos planes para ponerlos en marca cuando pase la Navidad, pero este año creo que no voy a proponerme más que vivir el día a día, disfrutar de mis amigos, familia y sobre todo, de mí misma. 


¡¡ VIVIR!!! Antes, durante y después de la Navidad, compartir amor todos los días del año con aquellos que yo quiera, regalar cada vez que me apetezca, cantar y bailar cuándo se muevan mis músculos. Reír  sonreír y seguir viviendo….siempre mirando hacia adelante, siempre mirándote a ti.








martes, 1 de diciembre de 2015

HOSPITALES Y COMO SOBREVIVIR A LA INCERTIDUMBRE


He pasado muchos momentos compartiendo tiempo,dolor, miedo, risas, rabia y alegrías en los hospitales con familiares, compañeros de habitación y de planta, y con profesionales de la sanidad.

Vivir como acompañante de algún ser querido en un hospital es la máxima expresión de las emociones descritas anteriormente, pero también supone la más grande de las incertidumbres. Cualquier persona que haya vivido esta situación puede con total seguridad dar cuenta de ello.

La vida en los hospitales debo abordarla desde muchos puntos de vista, aunque todos estén conectados entre sí y sean completamente interdependientes.

Voy a describir las siguientes partes que componen este entramado hospitalario, asociandolo como no a las emociones, así, lo analizo desde el punto de vista de:

1. La persona enferma.2. La persona  acompañante.3. El personal sanitario.4. Las personas visitantes

1. LA PERSONA ENFERMA

Es este peldaño el más importante de toda la escalera, aunque muchas veces y en muchos ámbitos (por ejemplo políticos), no se tenga en cuenta.

Los pacientes son personas, con sentimientos y emociones fuertes.  El miedo unas veces, el dolor otras, el estado de ánimo, el desasosiego, la soledad...etc generan un estado de indefensión inimaginable.

En estos momentos de hospitalización, la mera  sonrisa de un sanitario supone una alegría tan intensa que hace subir las endorfinas tan beneficiosas en estos momentos. El buen ánimo de toda persona enferma es requisito indispensable para una pronta recuperación. 

Si queréis leer más sobre las endorfinas os dejo el siguiente enlace: http://www.reverse-therapy.es/que_son_las_endorfinas-faq-2-15.htm

La persona hospitalizada necesita ante todo información veraz,  comprensible y continúa por parte de los profesionales que les atienden.

De ellos también demandan trato humano y personalizado, porque en muchas ocasiones se sienten números en lugar de personas.

Y de sus familiares quieren solo cariño, amor, compañía y comprensión. La tranquilidad del acompañante es la seguridad del paciente.

2. LA PERSONA ACOMPAÑANTE.

La persona que acompaña vive en general con más miedo que el propio paciente, pues entre otras cosas no detecta la capacidad de aguantar el dolor de la persona a la que cuida. 

Hay que decir, que acompañantes hay de muchos tipos, unos más diligentes y espablilados, y otros menos. También existen los empáticos, estos viven a la par el dolor ajeno. Y luego están los otros, los que van a hacer "bulto" que perjudican más que benefician. 

Yo aquí quiero hablar de los colaboradores-empáticos. Estos acompañantes no dejan pasar una ocasión para dar lo mejor de sí.  Preguntan al personal sanitario con diligencia todas las dudas sobre la situación y cuidados que necesita el paciente, lo cuidan como si se cuidaran a ellos mismos. Les gusta estar bien aseados y arreglados, nada de ir desaliñado, pues el enfermo necesita ver buenas caras a su alrededor. 

Los acompañantes pasan gran incertidumbre y miedo mientras dura la hospitalización, porque a pesar de ser empáticos, no están en la camisa de la persona enferma, ni tienen los conocimientos del personal sanitario, así que se les ve por los pasillos del hospital, con cara acelerada, unas veces, lágrimas en los ojos otras, intentando dar todo el ánimo y energía a la persona a la que cuidan,  a pesar de que a ellos les faltan muchas veces las fuerzas para seguir allí, sentados en un sillón incómodo. 

Hay acompañantes que pasan tanto tiempo en el hospital que para ellos el simple hecho de ir a ducharse o comer algo caliente es todo un priviligio, pero nunca los verás quejarse delante del enfermo. Aquí, las mejores cuidadoras y más sacrificadas suelen ser las mujeres, no cabe duda de la carga cultural que aún llevamos encima. 

He podido conocer y convivir con mujeres de pueblos que no se han movido del lado de su marido en semanas, lavándose como pueden, durmiendo en el sillón, y comiendo el menú en el bar de al lado. Me encanta charlar con ellas en el hospital, son un gran entramado de sensaciones y emociones. 

3. EL PERSONAL SANITARIO

Como en todas las profesiones, hay profesionales buenos, malos y regulares. 
Aquellos que ponen alma en su trabajo, y aquellos que lo viven de una forma mecánica. 

A aquellos que ponen ilusión y voluntad en su trabajo, y que es vocación lo que sienten se les reconoce enseguida.

He tenido la oportunidad de hablar con algunas de ellas, y aquí voy a resumir lo que me han contado. De estas experiencias solo puedo nombrar las buenas atenciones recibidas y la profesionalidad de la planta de urología del hospital de Granada, que cada día nos sacan una sonrisa.

Me contaron, con ojos ilumninados y sonrisa en la boca que  lo más bonito e importante de su profesión es el paciente. -"Cuándo entro por las puertas del hospital, pienso, ya estoy aquí, ahora a trabajar con mis pacientes y en ese momento me vengo arriba y me sale la sonrisilla de la boca, soy feliz aquí, me gusta mi trabajo"-. 

Que lo más importante para trabajar es dejarse los problemas en casa, y empatizar con los enfermos. -"Una cosa es la empatía y otra la simpatía-" Que hay que ser muy empáticos, ponerse el lugar de la persona a la que estás atendiendo. 

También hay enfermos y familiares muy quisquillosos y de trato difícil, lo que se llama "un mal paciente", pero que cuándo recapacita, comprende que detrás de cada "mal paciente" hay una historia dura y oculta, entonces se da cuenta en seguida que son los que más empatía y atención necesitan. 

Otra profesional sanitaria me contaba que lo más importante en esta profesión es la vocación, porque se viven momentos mucha tensión y tristeza. 

Le pregunté a una sanitaria que esperaba del paciente y de los acompañantes, y me dijo que lo que necesitan es que se les tenga en consideración como profesionales, que sigan las prescripciones médicas, que confíen en ellas y hagan caso de sus tratamientos, comprensión por parte de acompañantes y pacientes. Ellas agradecen las preguntas y resolver dudas, que para eso están, porque de este modo se reduce la incertidumbre de todos. 

Tengo que decir, que afortunadamente he encontrado grandes profesionales, pero también y por desgracia, en otros tiempos de hospitales y en otros servicios, he encontrado al profesional que trata al enfermo como mera máquina y al acompañante se nos ha mirado con algo de desprecio, donde la humanidad se ha olvidado y se realizan las curas como si estuvieran tratando con ladrillos en lugar de con personas. A estos profesionales también se les reconoce rápidamente. Pero como me dijo una enfermera-"también tengo compañeros muy deshumanizados por el estrés y las malas experiencias, pero ellos también tienen una dura historia por detrás-"

Hubo una mujer sanitaria, que me dijo que era muy importante la meditación y el trabajo en autoestima y habilidades sociales para ellas, porque para hacer sentir bien a los demás, primero hay que estar bien consigo misma.   

Por otra parte no olvidemos que ellos tambien necesitan esa empatia y comprension por parte de pacientes y acompañantes. Se carga con muchas emociones ajenas cuando se elige esta profesion.. y desde luego por muy profesionales y humanos que sean tambien tienen sentimiemtos y viven con emociones intensas la situación de cada paciente.

Colaborar con ellos, pedir asesoramiento y consejo y confiar en su criterio los hace sentirse mejor y de esta forma podrán también dar lo mejor de ellas.

Agradezco en este post al personal que tan bien nos ha tratado, desde muchos ámbitos hospitalarios. A mi me han enseñado mucho.

4. A LAS PERSONAS VISITANTES

Las visitas en un hospital son agradecidas por pacientes y familiares, proporcionan moral, reducen el miedo y la inseguridad, dan ánimo, generan bienestar a todos, reducen la soledad, traen noticias del mundo exterior y de tu entorno cercano, del que se prescinde en época de ingreso hospitalario. 

Ahora bien, como en todo, las visitas deben estar organizadas. Una persona está en el hospital por estar enfermo, no está de vacaciones. Hay momentos que no tienen fuerzas ni para escuchar su propia respiración y es ahí donde esa visita se vive de una forma estresante. 

Como en el resto de los ámbitos, tenemos al buen visitante, al malo y al regular. Al que viene, apoya y se va para no cansar al enfermo; el que se sienta en la silla del acompañante y no hay forma de que se vaya, aún cuándo el enfermo está dando grandes muestras de cansancio, y al que viene a desahogarse al hospital aprovechando que nadie puede salir corriendo y dejarlo con la palabra en la boca. 

Luego tenemos a los visitantes de los compañeros de habitación, a los que nos sabemos como hacerles comprender que la persona que hay al lado está muy enferma y no tiene ganas de que consuman todo el oxígeno de la habitación y hablen o griten o rían todos a la vez. Esto en algunos hospitales está muy controlado, hay otros en los que ese control es nulo. 

Aún así, más de dos visitas por paciente en una habitación no debería haber. No podemos olvidar que los pacientes necesitan respeto, intimidad, descanso y relajación para curarse. Además un elevado número de visitas también entorpece la labor de los profesionales. Por todo ello, cuándo visitemos a seres queridos, seamos prudentes, y pongámonos en su lugar. 

Por último, he leído artículos interesantes sobre la medicina alternativa y complementaria que comparto con vosotros.  

MEDICINA COMPLEMENTARIA/ ALTERNATIVA

¿Qué es la medicina complementaria y alternativa?

http://kidshealth.org/teen/en_espanol/seguridad/alternative_medicine_esp.html#

El siguiente enlace explica que ya se van introduciendo este tipo de terapias en hospitales de la seguridad social. 

Estamos aproximándonos cada vez más a este tipo de tratamientos. 

http://www.lavanguardia.com/vida/20140629/54410476331/terapias-energeticas-hospitales-publicos-medicina-integrativa.html

El siguiente enlace nos ofrece un artículo para el personal sanitario y pacientes: Meditar para Sanar: 

http://www.elcorreo.com/bizkaia/sociedad/salud/vida-sana/201503/20/meditar-para-sanar-20150320101440-rc.html

El Reiki ahora tiene una explicación científica:

http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/El_Reiki_Ahora_Tiene_Explicacion_Cientifica

Dos hospitales públicos aplican terapias de sanación con las Manos: 

- Hospital 12 de Octubre
- Hospital Ramón y Cajal.

http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/El_Reiki_Ahora_Tiene_Explicacion_Cientifica


Termino este post dando luz y esperanza a todas aquellas personas que están hospitalizadas, porque aún teniendo todos los elementos anteriores de su parte, el sentimiento y el miedo que pasan allí dentro es algo que solo ellos saben.




miércoles, 25 de noviembre de 2015

5 FORMAS DE DISFRUTAR EL OTOÑO




En Otoño, las hojas de los árboles se caen, porque su actividad    disminuye para poder adaptarse a la carencia de nutrientes de unos suelos más helados y con menos horas de sol. Lo que en realidad hacen es desprenderse de las hojas, que consumen más de lo que producen. De esta forma, los árboles eliminan aquello que no les sirve y es de esta forma como se van renovando con hojas nuevas cuándo el sol vuelve a brillar y el suelo está más fuerte. 

Las personas, como seres vivos, vivimos un proceso similar en esta época del año, nos sumergimos en un estado de animo basado en el recogimiento interior. Nos permite además, conectar con la familia, el hogar, nos invita a pensar en cambios que queremos introducir en nuestras vidas. Comenzamos un proceso de limpieza interna, eliminando de este modo aquello que nos produce malestar, de forma similar a como los árboles eliminan sus hojas. 

Por eso, es un buen momento para pasear con tranquilidad, pensar en nosotros mismos, y ordenar todas las ideas que el loco verano nos desordena. 

A mi me gusta mucho el Otoño y por eso os dejo aquí 5 formas de disfrutar del mismo.

PARA DISFRUTAR DEL OTOÑO:


1. PASEOS POR EL CAMPO. El campo está precioso en otoño, nos invita a la reflexión interior y a la confidencia entre amigas. Nos reporta beneficios para el cuerpo y para el alma. Respiramos aire puro y limpio que nos permite eliminar toxinas y aporta oxigeno a nuestro cerebro, con lo que las ideas se aclaran mejor.  

Con los paseos, alimentamos la vista al observar diferentes paisajes con una gama de tonalidades impresionantes.  Entramos en contacto con la naturaleza y eso tiene un efecto desestresante, nos hace tener una visión más amplia y nos engrandece el corazón.
Si paseamos solas, nos permite pensar en intereses personales, nos aclara las ideas y nos hace ver una gama amplia de posibilidades a elegir. 
Si lo hacemos con amigas, nos ayuda a hablar, a expresar emociones y contarselas a otra persona, nos reímos más compartiendo anécdotas y experiencias y eso ejerce un efecto muy beneficioso para nuestro estado anímico y físico.





2. DEJA CAER AQUELLO QUE TE DAÑA. De la misma forma que las hojas caen para que el árbol se libere de aquello que no necesita, las personas necesitamos también eliminar aquello que nos hace daño y que no necesitamos. 
El otoño es un buen momento para deshacerse de ideas negativas y comenzar a crear nuevos patrones de pensamientos constructivos. Escucha a tu yo interior para comprobar cuales son tus necesidades y tus carencias, es así como podrás iniciar nuevas experiencias, y experimentar emociones más positivas. Elimina aquellas emociones negativas que hacen que pierdas tu tiempo y tu energía porque esto te desgasta como persona y aporta muy poco a tu vida. 
También es buen momento para dejar ir a esas personas que no te aportan nada, son las llamadas "vampiros energéticos", son personas manipuladoras que únicamente buscan saciar sus necesidades aunque para ello tengan que dañarte. 

3. TIEMPO PARA LA INSTROSPECCIÓN

En Otoño tenemos menos horas de sol y por tanto más tiempo para el recogimiento, para la vida en el interior. Este tiempo hay que  aprovecharlo para mirarnos hacia adentro, observarnos y analizarnos a nosotros mismos. Podemos pensar que es aquello que queremos, realizar planes personales, propuestas nuevas. 

En esta época, al tener menos luz, salimos menos a la calle, quedamos menos con los amigos y pasamos más horas de soledad y por tanto podemos pensar más en nuestro estado interior. 

Hazte las siguientes preguntas: ¿Quien soy? ¿Qué quiero hacer en mi vida? ¿Cómo me encuentro? ¿Cuales son mis emociones? Anótalas en un papel y guardalas en un lugar para poder comprobarlo al año siguiente y así verás tu evolución en ese año. Es un ejercicio muy emocionante…os lo aconsejo. 


4. MOMENTOS PARA COMPARTIR EN EL HOGAR

Estamos en un buen momento para poder recogernos en casa. Estar más cerca del hogar, compartimos más momentos con la familia. Podemos realizar muchas actividades dentro de la casa, como por ejemplo: jugar con mi familia a juegos de mesa, leer cuentos, ver películas juntos, hacer manualidades, organizar cenas con amigos. 

Volviendo al símil de las hojas de los árboles, que al caer los dejan más despejados, las casas también necesitan limpieza, eliminar aquellos objetos que no utilizamos, despejarla de cosas inútiles nos hará sentirnos mejor y nos ayudará a ver las cosas con mayor claridad. Todos esos objetos que no utilices, puedes regalarlos, donarlos o tirar aquellos que ya no uses. Al despejar la casa, despejarás también las ideas y simplificarás tu vida para centrarte en aquello que realmente tiene importancia. 


5. ALIMENTAR EL ALMA

Concede a tu vida algún momento de espiritualidad, no importa la religión o la creencia que tengas, pero la espiritualidad es necesaria para alimentar el alma, de la misma forma que la comida nos alimenta el cuerpo.

¿Cómo puedo encontrar esos alimentos para el alma? Yo los encuentro en muchas cosas y con diferentes actividades: la meditación, la contemplación, observar cosas bellas, el silencio, la música, la reflexión, la lectura, la charla con amigas…todas esas cosas alimentan mi alma, y aumentan mi espiritualidad.   
Hay otras formas, cada uno deberá encontrar la suya propia, y es recomendable que se haga, porque te sitúa en un plano emocional diferente. 

Por eso, el otoño, es un buen momento para darle a tu alma un espacio para crecer y desarrollarse, es de este modo, como podrás echar raíces profundas y aumentar tus ramas hasta que lleguen al cielo.







Y después de leer este post, ¿alguien se apunta conmigo a dar un paseo por el campo? 



lunes, 23 de noviembre de 2015

TENSIONES INTERNAS: DISONANCIA COGNITIVA


¿Alguna vez habéis dudado entre aquello que queremos hacer y aquello que debemos hacer? ¿Estas dos ideas son incompatibles entre si y te generan ansiedad, malestar, angustia? ¿Por qué se produce esta sensación? 

Un ejemplo: Me encanta comer chocolate, pero se que no debo comerlo porque me engorda, si lo hago, me intento consolar a mi misma diciendo: "es bueno si se toma poco", "no pasa nada por una vez", "mañana ya no tomo más…" y con esa argumentación intento reducir la contradicción que se genera dentro de mi.


Otro ejemplo: Cuándo discuto con mi pareja, mi hermana, mi hijo,  me siento fatal, porque yo tengo la creencia de "que la familia no se pelea", entonces el hacerlo me provoca tensión y ansiedad, y o trato de buscar un motivo: "me ha provocado" o trato de resolverlo pidiendo perdón.

¿ENTONCES, QUÉ ES LA DISONANCIA COGNITIVA?

Este es un concepto que surge del experimento que hizo el psicólogo León Festinger en 1957. Si pinchais en el siguiente enlace podréis ver un video del experimento: https://www.youtube.com/watch?v=jEUb1RIMygU


La disonancia cognitiva es la tensión interna del sistema de creencias, ideas y emociones que percibe una persona al mantener al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o un comportamiento que es diferente de sus creencias.


La disonancia es una experiencia subjetiva y propia de cada persona, es decir, que ante el mismo contenido real, cada uno lo vive de una forma diferente.
 

¿Qué haces cuándo tienes dos ideas que son incompatibles entre si y te generan tensión?


Cuando aparece la tensión, surge un cambio: 

1. Podemos cambiar nuestra forma de pensar respecto a la idea previa. 

En el ejemplo anterior de la discusión de la pareja, puedo pensar que tal vez sea el momento de que la familia se pelee para conseguir mis objetivos y con ese pensamiento consigo vencer la tensión que me produce la contradicción entre lo que hago y lo que pienso.

2. Podemos cambiar lo que los demás piensan del tema para que nos apoyen en aquello que estamos haciendo, y de este modo nos sintamos en sintonía con los demás. 

Ejemplo, contándole a una amiga la discusión para conseguir que se ponga de mi parte. 

3. Podemos cambiar nuestro comportamiento para hacerlo compatible con mi idea.

Ejemplo, pidiendo perdón a nuestra pareja. 



Como habéis visto en estos ejemplos, la tensión que genera la disonancia cognitiva necesita ser resuelta a través de la autojustificación de nuestros pensamientos o comportamientos. 


Nuestro cerebro no soporta dos formas diferentes de ideas, emociones o creencias, por lo que tiene que buscar una alternativa para reducir de esa forma la tensión que nos produce el haber elegido una opción concreta.


Podemos hacer de la disonancia cognitiva una gran aliada nuestra siempre que seamos conscientes y no nos lleve al autoengaño. Si la usamos libremente, nos puede ayudar a sentirnos mejor con nosotros mismos. 


Y es que estamos diseñados para estar en consonancia con lo que pensamos y sentimos, todo lo que nos haga salir de eso, nos provoca una tensión emocional que tendremos que gestionar de forma positiva. 

Cuando sientas ansiedad, por no hacer aquello que piensas y actúas de forma diferente, no extrapoles esta tensión al resto de los acontecimientos de tu vida. 




A partir de ahora ya sabes que se trata de Disonancia cognitiva y que hay estrategias para reducir esa tensión. 




jueves, 19 de noviembre de 2015

7 RAZONES PARA SER FELIZ



Vivimos el día a día sumidos en una dicotomía de emociones: felicidad-tristeza; amor-odio; risa-llanto; ira-calma; miedo-valentía… y así, cada estado emocional  tiene su contrario, su pareja. 

Nosotros tenemos el poder de escoger que emoción queremos que se manifieste en cada momento de nuestra vida,  independientemente de los hechos que ocurran, y todas estas emociones son necesarias para vivir, cada una de ellas ocupa su lugar y tiene su hueco en nuestro mundo interno.

Por ejemplo, no podemos vivir felices si no hemos experimentado la tristeza. El estado de euforia o de felicidad no puede ser eterno, también necesitamos momentos de introspección y búsqueda interior para saber quienes somos y hacia donde nos dirigimos. Es esto lo que nos aporta la tristeza, un lugar en el que podamos pensar, meditar y dirigir nuestra vida hacia el sendero que consideremos necesario.


En la película "Del revés", la alegría se encarga de mantener a Riley con optimismo, con energía y felicidad. La tristeza aparece como una emoción negativa, es el personaje que más molesta al resto, pero finalmente se demuestra que es una de las emociones más importantes, porque nos permite pensar en nosotros mismos, reflexionar y plantear soluciones. 

Pero este post que aquí escribo hoy trata sobre la emoción de la felicidad, ya se que os debo uno sobre la tristeza, pero hoy hace un día radiante, soleado, me siento feliz y por eso quiero dar las razones por las que me siento feliz. 





Comienzo de uno en uno:

La familia, el amor y los amigos: Ellos son mi creencia, mi esencia, mis pilares básicos de la vida. Sacan lo mejor de mi y me hacen feliz porque comparto momentos muy especiales junto a ellos y siempre lo hago con plenitud, sintiendo que soy yo misma. 

Las risas. Tener risas con gente que te acompaña o contigo misma, mientras ves una película, lees un libro, o presencias alguna escena en la calle. Esas risas que a veces son a carcajadas y otras solo una sonrisa. Reír y sonreír me hacen feliz, me elevan al estado de euforia que hacen que se vean las cosas con una perspectiva muy divertida. 

Los besos y los abrazos. Siempre me hacen feliz. Logran que me sienta viva, que sienta el roce de otra persona, noto amor, amistad. Me siento segura cuándo hay besos y abrazos que me rodean. Me siento viva, alegre, humana.

La música. No hay nada mejor que una canción que te haga mover todo el cuerpo bajo su armoniosa melodía. La música eleva el alma, ennoblece a las fieras. La música es una gran razón para ser feliz…aquí encuentras tantas bonitas historias, que es difícil no sentirse viva.


 Así que ya sabéis…..


Poned música y bailad, y si podeis hacerlo abrazando a alguien, no dudéis que eso os dejará un momento de felicidad sin precedentes.

martes, 17 de noviembre de 2015

CUANDO EL CORAZÓN SE LLENA DE PAJA


   


Estoy abrumada con la cantidad de noticias terribles del mundo, de ese espacio en el que yo vivo.
Violencia de género, ataques terroristas, bombas, guerras, sangre, muertes, niños hambrientos, gente sin hogar, refugiados que huyen….

¿QUÉ LE PASA A LOS HUMANOS?

Escuchamos sobre intereses políticos y económicos, gobiernos que quieren el poder por encima de todo y de todos, ejércitos de humanos preparados para destruir y autodestruirse, y yo aquí reflexionando sobre todo esto y desbordada por la tristeza de tanta muerte y tanto odio, me pregunto: ¿Dónde hemos dejado el corazón? ¿lo hemos llenado de paja para no sentir?

Se antepone el poder y el absolutismo  de unos ideales, a la vida de las personas, a la felicidad, a la convivencia y tolerancia. 

No me gusta el futuro que estamos dejando a nuestros hijos, vivimos con el miedo, con el terror, incluso con el pánico en muchos lugares de la tierra. Vivimos con corazones rotos de odio. 

Me gustaría vivir en un mundo sin odio, sin barreras, donde todo y todos tienen cabida, en el que hay respeto y tolerancia, dónde las personas suman y no restan. Imagino un mundo limpio, en paz, responsable, sabio….IMAGINO….. 



Imagine de John Lennon. 





Al nacer, aunque no lo parezca,  vivimos desde el corazón, es nuestra capacidad natural, esa es nuestra esencia, vivir en paz. Luego viene lo otro…impuesto, aprendido. 
Lo primero que se desarrolla en un feto es el corazón, que guía la formación del resto del cuerpo. Pues es así, solo desde el corazón abierto, inmenso y lleno de amor podemos mirar la vida de otro modo y actuar en consecuencia. 



Vamos a hacer un ejercicio para hacernos conscientes de nuestro corazón:
Cierra los ojos, inspira contando hasta 8, mantén la respiración dentro todo lo que puedas y dirige tu pensamiento hacia el corazón. ¿lo notas, lo sientes, lo percibes?.

EL CORAZÓN, ES LO MÁS IMPORTANTE QUE TENEMOS. 

Para volver al corazón, debemos trabajar para ello, porque el alma de las personas está muy aturdida. Han resurgido movimientos importantes, tendencias actuales que vuelven a la esencia de la vida con corazón. Terapias basadas en trabajar desde el corazón, libros que hablan de vivir desde el corazón, artículos, blog. ¿Se ha puesto de moda esto de vivir con el corazón?


Ante tanto terror y odio, debe resurgir el vivir desde dentro, pensando desde el corazón, viviendo, amando, respetando, tolerando desde su más íntima fibra. Dejando que deje de ser paja, dando sentido, dotándolo de la más amplia importancia, cuidando y regando de él como se merece.


¿Por que se vuelve de paja el corazón? 

La miseria, la desesperación, la soledad, el andar en un camino perdido sin salida, la avaricia, el poder, las heridas internas no sanadas, la poca visión de futuro, el hambre, la frustración, incluso el miedo. Todos ellos son buenos alimentos para tener un corazón de paja, al que no dudan en sustentar los líderes que nos dirigen. 

Se les ha secado el corazón, se les ha convertido en paja, ahora no son humanos, se han vuelto espantapájaros…en este caso en espantapersonas. 

Ahora solo les queda una tarea, encontrar al Mago de Oz…y que la vida vuelva a su corazón.