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domingo, 31 de enero de 2016

JUEGOS PARA MOVER NEURONAS


Ultimamente leo muchos artículos relacionados con el entrenamiento del cuerpo a través del ejercicio físico para aumentar nuestra salud y nuestra calidad de vida. 

Del mismo modo, cuando trabajamos el cerebro, estamos alargando nuestra vida mental, y por consiguiente emocional. Ya sabemos que nuestro cerebro es plástico y que podemos entrenarlo a la largo de nuestra vida para que funcione mejor y evitar así problemas de envejecimiento y pérdida de memoria. 

Vamos a comenzar reflexionando sobre nuestros hábitos de higiene mental, corporal, emocional.

Me gustaría que respondieras a las siguientes preguntas: 

1. ¿Cuánto tiempo dedicas a la semana a entrenar tu cuerpo?

2. ¿Cuánto tiempo dedicas a la semana a entrenar tu mente?

3. ¿Cuánto tiempo dedicas a la semana a entrenar tus emociones?

4. ¿Cuánto tiempo dedicas a la semana a no hacer nada?

Hoy vamos a centrarnos en el entrenamiento de nuestro cerebro a través de algunos juegos divertidos de lógica mental. 


¿SERÁS CAPAZ? Estoy segura que lo conseguirás. 


1. Acertijo. 

Comenzaremos por un acertijo facilito:

Un padre y un hijo tienen un accidente de coche. 
Al padre le llevan a una clínica y 
al hijo a un hospital gravemente herido. 
El hijo entra urgentemente en el quirófano
 y cuando lo ve el cirujano, 
éste dice: - "Lo siento, no puedo operar a mi propio hijo".

¿Por qué no puede operar?


2. La princesa de los tres cofres:

Una joven princesa tenía tres cofres: uno de oro, otro de plata y otro de plomo.
Dentro de uno de esos cofres estaba guardada su foto.
El pretendiente que intentara casarse con ella debía adivinar en que cofre estaba la foto de la princesa. 
Cada cofre tenía inscrita una frase. 
Sólo una de ellas era verdadera. 

¿En qué cofre estaba la foto?

En los cofres estaban inscritas las siguientes frases: 

Cofre de oro: La foto está aquí

Cofre de Plomo: La foto no está en el cofre de oro

Cofre de Plata: La foto no está aquí



3. La barca:

Un destacamento de 100 soldados tiene que pasar indispensablemente un río muy profundo pero el puente está destruido. De pronto el comandante ve dos niños navegando en una pequeña barca cerca de la orilla, pero la barca es tan pequeña que en ella sólo cabe un soldado o los dos niños y nadie más. 

¿Cuantos viajes en barca fueron necesarios para que todos los soldados pudieran atravesar el río con la barca y cómo lo hicieron?

4. Acertijo:

Cual es una palabra de 4 letras
que tiene 3 aunque se escribe con 6 
mientras tiene 8 raramente consta de 9 
y nunca se escribe con 5. 

(la respuesta está implícita en el texto, no la busques fuera)

5. El prisionero:

Un prisionero está encerrado en una celda con dos guardianes, uno que dice siempre la verdad y otro que siempre miente. La celda tiene dos puertas, una que conduce a un verdugo y la otra que conduce a la libertad. La puerta que elija el prisionero para salir de la celda hará que este se libere. 

Para ello, el prisionero tiene derecho a hacer una pregunta y sólo una a uno de los guardianes, aunque no sabe cuál dirá la verdad y cuál es el que miente. 

¿qué pregunta es la que tendrá que realizar?








Las Soluciones las pondré más adelante en este blog 

miércoles, 20 de enero de 2016

¿MI SOMBRA?



Un día me levanté y sentí que algo parecido a una sombra me perseguía. . No supe ver con mirada amplia lo que ocurría. Seguí haciendo la maleta de forma automática para realizar un viaje de negocios como solía hacer una vez a la semana, mientras hablaba por teléfono con una cuidadora  para que se hiciera cargo de mi hijo en mi ausencia, y respondía un par de wassap  al grupo de madres del colegio de mi hijo.
La sombra seguía insinuando su presencia sin atreverse a manifestarse. Sentí de pronto un abismo entre lo que soy y lo que tenía  delante. 

Me paré un momento y decidí observarla, pero no la reconocí. 

Mi sombra era completamente diferente a como yo me imaginaba. Por un momento pensé que se trataba de la sombra de otra persona, así que no reparé en ella, no hice el más mínimo caso.

De pronto me di la vuelta y noté como esa sombra me perseguía, entonces comencé a tenerla un poco en cuenta, pero aún no descubrí la realidad. Me agaché y ella se agachó, me incliné hacia la derecha y ella también, hacia la izquierda, ella se movía en la misma dirección. 

Ocurrió lo que tenía que ocurrir, que descubrí que esa era mi sombra. Esto me hizo reflexionar durante un largo rato. Si no reconocía mi sombra, si no me identificaba con ella, quizá es porque había dejado de mirarme a mí misma y en realidad era a mí a quien no conocía. Me había perdido, estaba perdida en la inmensidad de mi existencia. Había desconectado totalmente de la esencia verdadera de mi ser. 

Cuando logré salir de ese estupor en el que mi sombra me había metido, reflexioné durante un gran rato y observé lo que estaba ocurriendo: Llevaba demasiado tiempo mirando hacia fuera, a las cosas materiales de la vida, el trabajo, el coche, la casa, los niños, mi pareja, mis padres, hermanos, comprar, los amigos, las tareas domésticas….y de pronto me invadió un gran vacío interior que me hizo preguntarme cosas básicas que en el día a día de mis obligaciones diarias había olvidado pensar:  

¿y quien soy yo? 

¿qué me gusta?, 

¿Cuáles son mis necesidades?, 

¿hacia donde quiero ir?, 

¿qué cosas no quiero que estén presentes en mi vida?

¿Con quien quiero pasar mi tiempo y con quién no?…..

En ese momento decidí parar, bajarme del círculo corrosivo en el que estaba metida y entrar de lleno en mi vida. 

Al cabo de algunos días, volví a mirar mi sombra, esta vez mucho más intensa que antes, más clara, más relajada y la reconocí, me pude ver en ella tal como soy. Eso me llenó de alegría y por fin aprendí a prestarle toda la atención que ella necesita. 



Este pequeño relato que se me ha ocurrido trata de explicar  la necesidad de prestarnos más atención a  nosotros mismos. Despojarnos de todo lo superfluo que rodea nuestra vida para centrarnos en lo esencial, que somos nosotros. 

Necesitamos conocernos un poco más, reparar en nuestras necesidades, dedicarnos algún que otro momento al día para pensar, basta con 15 o 20 minutos, pero pensando solamente en ti. 
¿Te parece una tarea sencilla? 

¿No tienes tiempo de hacer eso? 

Hoy vamos a hacer una prueba. ¡¡¡¡ INTENTEMOS AHORA!!!! 

Apaga la televisión o la radio, intenta ir a algún lugar caminando tu solo, desconecta tu móvil durante 15 minutos. Hoy empezaremos solo con estas sencillas tareas. Coger ese tiempo en 24 horas es muy sencillo, pero hay que desear hacerlo. 

Como todo aprendizaje, esto necesita un entrenamiento diario e incluso una estrategia para poder llevarlo a cabo con la mayor garantía de éxito. 






lunes, 11 de enero de 2016

EN-CLAVE DE AMOR


"NOSOTROS NO SOMOS MEDIAS NARANJAS
            SOMOS DOS NARANJAS RODANDO JUNTAS" 


Después de tantos días sin escribir debido al vaivén de viajes, visitas y familia al que nos sometemos en época navideña, me pongo con gran entusiasmo a retomar mi blog.

Hoy quiero escribir sobre la RELACIONES DE PAREJA y los laberintos que recorren las emociones en el entresijo de cada uno de nuestros corazones.

Hay gente que pasa mucho tiempo de su vida buscando una pareja con la que poder compartir su vida. Unas han podido encontrar aquella persona que llenará sus vidas, otras aún siguen buscando y otras por el contrario han preferido seguir sin pareja. 

Cuándo se busca una pareja, se parte de la premisa de que esta situación nos va a llenar de dicha y felicidad ¿Quién no ha soñado alguna vez con poner un amor en su vida?

Por lo general, el comienzo de las relaciones está lleno de entusiasmo y pasión.   Se crea una magia entre dos personas que ninguna emoción llega a ser tan intensa y voluminosa, porque nos llena todo nuestro ser con sus locas mariposas. 
Al principio de una relación tenemos presentes la alegría, pero también acompaña el miedo a defraudar a la otra persona, miedo a que no nos sigan en nuestras emociones, miedo a la pérdida y temor a que una emoción tan fuerte como la pasión se acaben. 

Cuándo por fin hemos conseguido poner un amor en nuestra vida, el siguiente paso es el COMPROMISO. Si amo a una persona, la quiero a mi lado, y eso supone cierto riesgo, y un acuerdo que debe ser aceptado por ambas partes. Hay tantos tipos de pactos para mantener una relación como personas , es decir, cuándo hablo de compromiso no me refiero únicamente al matrimonio, a la convivencia, o a las parejas de hecho. Cuándo hablo de compromiso me refiero a la decisión de dos personas de rodar juntas en una  misma dirección durante el tiempo que dure su amor. Hay parejas que no conviven en la misma casa, a veces ni siquiera en la misma ciudad y que llevan muchos años manteniendo viva la llama del amor con más armonía que muchas de las relaciones de convivencia que conozco. 

El objetivo del amor, no es otro que mantenerlo en el tiempo. Queremos la compañía de la otra persona para el resto de nuestra vida, tenemos miedo a envejecer sin nuestra pareja, miedo a que se acabe el amor, miedo a la soledad y a no saber adaptarnos a una realidad diferente a la que en su día elegimos. 

Pero en muchas parejas, el amor se marchita igual que las plantas cuando no se riegan y entonces deciden de forma muy inteligente separarse y romper el compromiso que en un principio se había establecido. Sé de mucha gente que se ha separado de una relación en la que ya no había amor, y no conozco a nadie que se haya arrepentido, es más, han renacido, se sienten con más entusiasmo ante la vida, aumentan sus ilusiones, y comienzan a conocerse mejor a sí mismos. ¿Os habéis dado cuenta que cuándo alguien se separa de una relación tediosa y falta de amor, se cuida más, se arregla más, la cara está más relajada y la sonrisa es más inmensa? 

Con esto último no pretendo decir que el desamor sea deseable y que sea un camino de rosas una separación, que no estallen todo tipo de emociones negativas en ese proceso (ira, tristeza, melancolía, miedo…), pero no olvidemos  que en la convivencia entre parejas cuándo se ha terminado el amor, también se viven este tipo de sentimientos. Al anclarnos en relaciones marchitas, no solo mantenemos esas emociones sino que estamos poniendo un muro delante que no deja pasar otras sensaciones más positivas y energizantes que nos hagan vibrar. Hay muchas razones por las que se mantienen relaciones de pareja sin amor, y una de ellas es el miedo a encontrarse con uno mismo, a descubrir las propias capacidades, los propios temores y las alegrías. 

Para mantener una relación de pareja, primero hay que saber estar con uno mismo, valorarte, conocerte, saber estar en soledad, aprender a defenderte y a manifestarte, expresarte, saber lo que quieres y expresarlo sin miedo. 
No podemos pretender que la otra persona nos salve de lo que nosotros no queremos afrontar, no se puede exigir a la otra persona que te de la felicidad que tu no eres capaz de darte. Por eso es tan importante que nos conozcamos bien, porque así podremos pedir de la forma más asertiva posible aquello que nos gustaría que nos dieran, pero sin exigencias, porque en nuestra soledad ya hemos aprendido a ser autosuficientes. 




CLAVES PARA MANTENER UNA RELACIÓN DE AMOR SANA 


1. Conocerse a uno mismo. Es vital encontrarse a uno mismo antes de establecer alguna relación. No puedo buscar a otra persona si antes no me he buscado a mi, porque no encontraré más que a alguien que haga de mi lo que esa persona quiera y yo nunca estaré satisfecho.

2. Trabaja tu autoestima. Las relaciones, como las plantas hay que regarlas, de la misma forma que hay que regarse a sí mimos. Una "palmadita" en la espalda sienta muy bien. Mimarse, cuidarse, hacer deporte, alimentarse bien el cuerpo y el alma son reglas importantes para mejorar la autoestima. Despréndete de tus ataduras, libera tus miedos. Si no puedes acéptalos y aprende a vivir con ellos. 

3. Mantén tu independencia. Muchas relaciones de pareja fracasan porque se terminan asfixiando. El exceso de control y dependencia emocional hacen que la otra persona se termine ahogando y también que disminuya tu autoestima al no sentirte tú mismo, al encontrarte siempre a merced de la otra persona. En estos casos la renuncia a vivir con autosuficiencia física y emocional ocasiona un deterioro importante en nuestra persona, nos hace sentirnos frágiles e inseguros. Perdemos en este camino muchas cosas por descubrir.

4. Dedica un día a la semana al amor. Quiero decir, que ese día sea solamente para hacer aquello que más le guste a tu pareja, regala ese tiempo que no has tenido durante la semana y obsequiala con aquello que tu sabes que más le gusta. Esto es como regar las plantas. Desprendete de prejuicios, miedos y quehaceres diarios para vivir plenamente ese día, ese momento.

5. Sorprende. Las sorpresas son buenas consejeras en las relaciones de pareja,   porque cuándo pasa el tiempo se necesitan estímulos nuevos y emergentes que nos hagan sentir emociones intensas. No es necesario gastar dinero si no se quiere para sorprender, para ello utilizaremos nuestra imaginación y disfrutaremos con ese nuevo regalo inesperado que vamos a ofrecer. 

6. Huir de la rutina. Vuestra creatividad aquí también jugará un papel esencial. Viajad a lugares diferentes al menos una vez al año, pasear por algún sitio al que nunca hayáis ido, disfrutad de aquella película diferente que no habéis visto, cocinad juntos alguna comida distinta y probad cosas nuevas.