SI TE HA GUSTADO: COMPARTE

viernes, 18 de diciembre de 2015

SABOREAR LA NAVIDAD

¡¡¡¡¡ Faltan solamente unos días para que llegue la Navidad !!!!!

¿Os gusta la Navidad? A mi me encanta


Desde muy pequeña siempre he deseado que llegue esta festividad, no solo porque venían los Reyes Magos, sino porque era el momento de reunión familiar, de cantar villancicos, decorar la casa y el árbol, de buscar musgo en el campo con los amigos para hacer el portal de Belén. Recuerdo la preparación de la cena de nochebuena, sacar la vajilla nueva, adornar la mesa… Pero lo que mejor recuerdo es el olor a hogar, el momento en el que llegaban los primos el año que tocaba en mi casa o el viaje hacia Sevilla el año que tocaba en la suya. Eso es lo que más me gustaba de la navidad, la reunión con toda la familia, y eso sigue siendo lo que más me ilusiona de estos días.

Con el paso de los años, la Navidad sigue siendo la fecha del año que más me entusiasma. Mi Navidad es muy bonita, la recibo cada año con la alegría e ilusión de una niña pequeña. En casa se siguen cantando villancicos con panderetas, zambombas, castañuelas y la botella de anís con la cuchara, sacamos la vajilla nueva, nos hacemos regalos, recitamos poemas, hacemos algún que otro teatro, y hablamos y reímos mucho, y os digo que somos muy poquitos los que ya quedamos en esta reunión, aunque ahora se van uniendo amigos a éste día.

Pero con la llegada del consumismo y de la vida rápida, en muchas familias, las cosas han cambiado bastante. Ya no se coge el musgo en el campo para el portal de belén, sino que se compra, no se cantan villancicos, sino que se conectan a spotify, no se habla en la cena, se envían y responden wassap, los niños no juegan ni corretean, porque están absortos con sus maquinitas o con los móviles de sus padres o madres.

En Navidad la familia se reúne, pero no siempre por afinidad, sino por compromiso. ¿conocéis a gente que le ocurre esto? Yo si, a muchos cuñados  o cuñadas que no se soportan y que ese día hablan de fútbol, de ropa o del tiempo, por decir algo, o cuñadas que se visten con sus mejores galas para competir con la otra.

En esta época navideña, las emociones se entremezclan, podemos sentirnos enfadados por compartir mesa con familia que no nos apetece, y vivirla con una gran tensión, o sentir una enorme soledad y tristeza por no tener a nadie con quien estar estos días.
La publicidad no deja de hablarnos de amor, familia, compartir, regalar, solidaridad, paz…y parece que si el día 24 de Diciembre no tienes esos componentes, eres la persona más desgraciada que pisa la tierra y empiezas a compadecerte de tu vida, de tu situación  ¿pero que pasa el resto del año? El resto del año no se nos bombardea con esta idea, por lo que ni tan siquiera hay sentimiento de soledad, y si lo hay se vive de otra forma.

Quiero decir con esto, que hay familias que se reúnen aún sin soportarse, respirando una tensión intensa en la mesa, por el solo echo de no estar solos ese día. Entonces, ¿como sobrevivimos a esta dicotomía? ¿Ceno con alguien que no soporto y que pase rápidito la noche, o me quedo en casa, viendo la televisión y hago como que no pasa nada, como que a mi todo esto me da igual?
En la mayoría de los casos, se elige No cenar en soledad…pero tampoco se disfruta la Navidad.

Os dejo un enlace de una canción de la ANTINAVIDAD, que me he reído mucho con ella y describe la parte de hipocresía que en muchos casos conlleva esta fiesta.

Por eso esta época en la que todo debe ser amor y felicidad, se debe gestionar muy bien a nivel emocional para no sucumbir a un estado de ansiedad o depresión. 

La Navidad es la festividad en las que más emociones se descargan: amor, odio, tensión y ansiedad, soledad y tristeza, alegría y felicidad...

Debemos aceptar que es una fecha para compartir con amigos y familia, pero solamente si así me apetece, no estamos obligados a ello. Debemos dejar actuar nuestra libertad para tomar la decisión de como quiero pasar estos días y con quién. 

La familia y los amigos son muy importante en la vida de las personas, pero no hay que atarse a ellos a toda costa. Conozco a gente que no soporta pasar la Navidad en familia, y entonces sigilosamente se quita de en medio haciendo aquello que más le gusta hacer en la vida que es viajar.

Otros han decidido pasar la Navidad con amigos, con los que se sienten más unidos que con la familia. 

Hay algún amigo que decide libremente quedarse solo, y no celebrar la Navidad. 

Todas estas decisiones, hacen menos daño que compartir cena con alguien que no soportas, solo porque es Navidad. 

Lo ideal es decidir libremente, sin ataduras y haciendo aquello que se desea, y no dejarse llevar por lo que la sociedad o cultura en la que estamos inmersos nos obliga a hacer.

Hay que prestar atención también a como sentimos la navidad cada uno de nosotros, escuchar nuestra vocecita interior y permitir que se exprese con sinceridad, solo de esta forma seremos libres en la decisión que se tome. 

NAVIDAD Y NUEVOS PROPÓSITOS.

¿Y que hacemos con el refrán que nos dice que "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy"?

La Navidad también se propone como un punto y aparte en nuestra vida. Nos volvemos a engañar a nosotros mismos con nuevos propósitos de enmienda y cambio. Nos decimos- "después de navidad me pongo a dieta, me apunto al gimnasio, empiezo a estudiar, retomo el contacto con aquellas amigas o amigos que no veo desde hace tiempo". 

¿Cuál es tu nuevo propósito después de navidad?

Yo te propongo que empieces ahora mismo, no esperes a que acabe la Navidad, esto te dará autoestima y te hará fuerte, ya sabes, intenta hacerlo aquí y ahora. 

A mi siempre me ha gustado hacer una lista con los nuevos planes para ponerlos en marca cuando pase la Navidad, pero este año creo que no voy a proponerme más que vivir el día a día, disfrutar de mis amigos, familia y sobre todo, de mí misma. 


¡¡ VIVIR!!! Antes, durante y después de la Navidad, compartir amor todos los días del año con aquellos que yo quiera, regalar cada vez que me apetezca, cantar y bailar cuándo se muevan mis músculos. Reír  sonreír y seguir viviendo….siempre mirando hacia adelante, siempre mirándote a ti.








martes, 1 de diciembre de 2015

HOSPITALES Y COMO SOBREVIVIR A LA INCERTIDUMBRE


He pasado muchos momentos compartiendo tiempo,dolor, miedo, risas, rabia y alegrías en los hospitales con familiares, compañeros de habitación y de planta, y con profesionales de la sanidad.

Vivir como acompañante de algún ser querido en un hospital es la máxima expresión de las emociones descritas anteriormente, pero también supone la más grande de las incertidumbres. Cualquier persona que haya vivido esta situación puede con total seguridad dar cuenta de ello.

La vida en los hospitales debo abordarla desde muchos puntos de vista, aunque todos estén conectados entre sí y sean completamente interdependientes.

Voy a describir las siguientes partes que componen este entramado hospitalario, asociandolo como no a las emociones, así, lo analizo desde el punto de vista de:

1. La persona enferma.2. La persona  acompañante.3. El personal sanitario.4. Las personas visitantes

1. LA PERSONA ENFERMA

Es este peldaño el más importante de toda la escalera, aunque muchas veces y en muchos ámbitos (por ejemplo políticos), no se tenga en cuenta.

Los pacientes son personas, con sentimientos y emociones fuertes.  El miedo unas veces, el dolor otras, el estado de ánimo, el desasosiego, la soledad...etc generan un estado de indefensión inimaginable.

En estos momentos de hospitalización, la mera  sonrisa de un sanitario supone una alegría tan intensa que hace subir las endorfinas tan beneficiosas en estos momentos. El buen ánimo de toda persona enferma es requisito indispensable para una pronta recuperación. 

Si queréis leer más sobre las endorfinas os dejo el siguiente enlace: http://www.reverse-therapy.es/que_son_las_endorfinas-faq-2-15.htm

La persona hospitalizada necesita ante todo información veraz,  comprensible y continúa por parte de los profesionales que les atienden.

De ellos también demandan trato humano y personalizado, porque en muchas ocasiones se sienten números en lugar de personas.

Y de sus familiares quieren solo cariño, amor, compañía y comprensión. La tranquilidad del acompañante es la seguridad del paciente.

2. LA PERSONA ACOMPAÑANTE.

La persona que acompaña vive en general con más miedo que el propio paciente, pues entre otras cosas no detecta la capacidad de aguantar el dolor de la persona a la que cuida. 

Hay que decir, que acompañantes hay de muchos tipos, unos más diligentes y espablilados, y otros menos. También existen los empáticos, estos viven a la par el dolor ajeno. Y luego están los otros, los que van a hacer "bulto" que perjudican más que benefician. 

Yo aquí quiero hablar de los colaboradores-empáticos. Estos acompañantes no dejan pasar una ocasión para dar lo mejor de sí.  Preguntan al personal sanitario con diligencia todas las dudas sobre la situación y cuidados que necesita el paciente, lo cuidan como si se cuidaran a ellos mismos. Les gusta estar bien aseados y arreglados, nada de ir desaliñado, pues el enfermo necesita ver buenas caras a su alrededor. 

Los acompañantes pasan gran incertidumbre y miedo mientras dura la hospitalización, porque a pesar de ser empáticos, no están en la camisa de la persona enferma, ni tienen los conocimientos del personal sanitario, así que se les ve por los pasillos del hospital, con cara acelerada, unas veces, lágrimas en los ojos otras, intentando dar todo el ánimo y energía a la persona a la que cuidan,  a pesar de que a ellos les faltan muchas veces las fuerzas para seguir allí, sentados en un sillón incómodo. 

Hay acompañantes que pasan tanto tiempo en el hospital que para ellos el simple hecho de ir a ducharse o comer algo caliente es todo un priviligio, pero nunca los verás quejarse delante del enfermo. Aquí, las mejores cuidadoras y más sacrificadas suelen ser las mujeres, no cabe duda de la carga cultural que aún llevamos encima. 

He podido conocer y convivir con mujeres de pueblos que no se han movido del lado de su marido en semanas, lavándose como pueden, durmiendo en el sillón, y comiendo el menú en el bar de al lado. Me encanta charlar con ellas en el hospital, son un gran entramado de sensaciones y emociones. 

3. EL PERSONAL SANITARIO

Como en todas las profesiones, hay profesionales buenos, malos y regulares. 
Aquellos que ponen alma en su trabajo, y aquellos que lo viven de una forma mecánica. 

A aquellos que ponen ilusión y voluntad en su trabajo, y que es vocación lo que sienten se les reconoce enseguida.

He tenido la oportunidad de hablar con algunas de ellas, y aquí voy a resumir lo que me han contado. De estas experiencias solo puedo nombrar las buenas atenciones recibidas y la profesionalidad de la planta de urología del hospital de Granada, que cada día nos sacan una sonrisa.

Me contaron, con ojos ilumninados y sonrisa en la boca que  lo más bonito e importante de su profesión es el paciente. -"Cuándo entro por las puertas del hospital, pienso, ya estoy aquí, ahora a trabajar con mis pacientes y en ese momento me vengo arriba y me sale la sonrisilla de la boca, soy feliz aquí, me gusta mi trabajo"-. 

Que lo más importante para trabajar es dejarse los problemas en casa, y empatizar con los enfermos. -"Una cosa es la empatía y otra la simpatía-" Que hay que ser muy empáticos, ponerse el lugar de la persona a la que estás atendiendo. 

También hay enfermos y familiares muy quisquillosos y de trato difícil, lo que se llama "un mal paciente", pero que cuándo recapacita, comprende que detrás de cada "mal paciente" hay una historia dura y oculta, entonces se da cuenta en seguida que son los que más empatía y atención necesitan. 

Otra profesional sanitaria me contaba que lo más importante en esta profesión es la vocación, porque se viven momentos mucha tensión y tristeza. 

Le pregunté a una sanitaria que esperaba del paciente y de los acompañantes, y me dijo que lo que necesitan es que se les tenga en consideración como profesionales, que sigan las prescripciones médicas, que confíen en ellas y hagan caso de sus tratamientos, comprensión por parte de acompañantes y pacientes. Ellas agradecen las preguntas y resolver dudas, que para eso están, porque de este modo se reduce la incertidumbre de todos. 

Tengo que decir, que afortunadamente he encontrado grandes profesionales, pero también y por desgracia, en otros tiempos de hospitales y en otros servicios, he encontrado al profesional que trata al enfermo como mera máquina y al acompañante se nos ha mirado con algo de desprecio, donde la humanidad se ha olvidado y se realizan las curas como si estuvieran tratando con ladrillos en lugar de con personas. A estos profesionales también se les reconoce rápidamente. Pero como me dijo una enfermera-"también tengo compañeros muy deshumanizados por el estrés y las malas experiencias, pero ellos también tienen una dura historia por detrás-"

Hubo una mujer sanitaria, que me dijo que era muy importante la meditación y el trabajo en autoestima y habilidades sociales para ellas, porque para hacer sentir bien a los demás, primero hay que estar bien consigo misma.   

Por otra parte no olvidemos que ellos tambien necesitan esa empatia y comprension por parte de pacientes y acompañantes. Se carga con muchas emociones ajenas cuando se elige esta profesion.. y desde luego por muy profesionales y humanos que sean tambien tienen sentimiemtos y viven con emociones intensas la situación de cada paciente.

Colaborar con ellos, pedir asesoramiento y consejo y confiar en su criterio los hace sentirse mejor y de esta forma podrán también dar lo mejor de ellas.

Agradezco en este post al personal que tan bien nos ha tratado, desde muchos ámbitos hospitalarios. A mi me han enseñado mucho.

4. A LAS PERSONAS VISITANTES

Las visitas en un hospital son agradecidas por pacientes y familiares, proporcionan moral, reducen el miedo y la inseguridad, dan ánimo, generan bienestar a todos, reducen la soledad, traen noticias del mundo exterior y de tu entorno cercano, del que se prescinde en época de ingreso hospitalario. 

Ahora bien, como en todo, las visitas deben estar organizadas. Una persona está en el hospital por estar enfermo, no está de vacaciones. Hay momentos que no tienen fuerzas ni para escuchar su propia respiración y es ahí donde esa visita se vive de una forma estresante. 

Como en el resto de los ámbitos, tenemos al buen visitante, al malo y al regular. Al que viene, apoya y se va para no cansar al enfermo; el que se sienta en la silla del acompañante y no hay forma de que se vaya, aún cuándo el enfermo está dando grandes muestras de cansancio, y al que viene a desahogarse al hospital aprovechando que nadie puede salir corriendo y dejarlo con la palabra en la boca. 

Luego tenemos a los visitantes de los compañeros de habitación, a los que nos sabemos como hacerles comprender que la persona que hay al lado está muy enferma y no tiene ganas de que consuman todo el oxígeno de la habitación y hablen o griten o rían todos a la vez. Esto en algunos hospitales está muy controlado, hay otros en los que ese control es nulo. 

Aún así, más de dos visitas por paciente en una habitación no debería haber. No podemos olvidar que los pacientes necesitan respeto, intimidad, descanso y relajación para curarse. Además un elevado número de visitas también entorpece la labor de los profesionales. Por todo ello, cuándo visitemos a seres queridos, seamos prudentes, y pongámonos en su lugar. 

Por último, he leído artículos interesantes sobre la medicina alternativa y complementaria que comparto con vosotros.  

MEDICINA COMPLEMENTARIA/ ALTERNATIVA

¿Qué es la medicina complementaria y alternativa?

http://kidshealth.org/teen/en_espanol/seguridad/alternative_medicine_esp.html#

El siguiente enlace explica que ya se van introduciendo este tipo de terapias en hospitales de la seguridad social. 

Estamos aproximándonos cada vez más a este tipo de tratamientos. 

http://www.lavanguardia.com/vida/20140629/54410476331/terapias-energeticas-hospitales-publicos-medicina-integrativa.html

El siguiente enlace nos ofrece un artículo para el personal sanitario y pacientes: Meditar para Sanar: 

http://www.elcorreo.com/bizkaia/sociedad/salud/vida-sana/201503/20/meditar-para-sanar-20150320101440-rc.html

El Reiki ahora tiene una explicación científica:

http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/El_Reiki_Ahora_Tiene_Explicacion_Cientifica

Dos hospitales públicos aplican terapias de sanación con las Manos: 

- Hospital 12 de Octubre
- Hospital Ramón y Cajal.

http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/El_Reiki_Ahora_Tiene_Explicacion_Cientifica


Termino este post dando luz y esperanza a todas aquellas personas que están hospitalizadas, porque aún teniendo todos los elementos anteriores de su parte, el sentimiento y el miedo que pasan allí dentro es algo que solo ellos saben.